OPINIÓN / El fenómeno Botero


La política  en Risaralda pasa por el meridiano Botero. Del médico Carlos Alberto Botero, gobernador del departamento. 

Siempre, permanece en cónclave. Frío. Distante, lleno de  expectativas y disciplina, ordenado, escucha  y devuelve respuestas cifradas. De él, dicen - sin razón - que es soberbio y arrogante. Ni lo uno ni lo otro: tiene carácter para afrontar las tribulaciones de siempre que no escapan al gobernante.


 No es fácil de confundir, así le dejen muchos desayunos express servidos por recomendaciones de la política o por el mandadero por encargo que sostiene al  lerdo presidente que tiene la Asamblea. Que no se sabe si va o viene

El médico Botero López Carlos Alberto, tiene otra ventaja: ¡no se deja intimidar!

Tiene la camiseta puesta del líder que supera el espacio de la parroquia y llega al altar mayor del poder que se riega en Ministerios y en la Casa de Nariño, donde es escuchado y goza de audiencia.

Veamos: no recién acaba de dejar la presidencia de la comunidad de gobernadores en Colombia, para servir de pilote, de salida a la crisis del café en la ronda de conversaciones en Bogotá. Va y los busca en su territorio para hacer frente al caos y argumentar sus peticiones.

Ya lo había hecho con sus aportes recogidos en el tema de la  cancerosa salud que cada día hunde recursos en los anfiteatros siniestros de las Empresas Prestadoras de Salud que como vampiros modernos  rondan la muerte del sistema.  La salud se arrastra sin que el ciudadano proteste frente a estas ambulancias siniestras y corruptas en su gran mayoría.

Se le ha visto colocar el dedo en la llaga, en el pavoroso recorrido -lleno de abismos – para que los recursos de las regalías se entreguen y no se envolaten en la vara mágica del perfumado mago Cárdenas Santamaría. Razón tiene el parlamentario Diego Naranjo en pedir la renuncia de dicho ministro y su apéndice, el de Agricultura. Igual, el senador de la U, Carlos Enrique Soto en sugerir la  salida del confundido Genaro Muñoz,
Muchas son las encrucijadas por resolver del gobernador Botero. Tendrá que saltar espacios en el ajedrez político para no perturbar a sus aliados. Pero – duro contra el muro – debe definir realidades de la política doméstica. De “donar sangre” para que el tobogán fluya dentro de esa infernal mecánica que arrastra la política.

Muchos lo ven con recelo por atreverse a patear la lonchera de las Cámaras hasta convertirlo en molino de viento que se atraviesa.

Vuelve y juega, el gobernador Botero, hasta ayer odiado por  quienes lo emboscaron una y muchas veces sin éxito alguno. Sólo con coraje y arrojo ganó la partida. Igual, con quienes lo ven como un pasajero ingrato del vagón de la CARDER, dirigido - en buena hora- por el doctor Juan Manuel Álvarez. En esta entidad aves de rapiña que en el pasado hicieron su agosto, consumen las últimas tripas para levantar vuelo y dejar el detritus en otras esferas de la Administración pública, manejada como alforja de pillos.

Insisto: la política del departamento pasa por el meridiano Botero y es un hecho real. Incide y marca tiempos. Con él  no se puede jugar al desespero. He de ver sus “enemigos”, pegados de ese fenó0meno llamado Botero. El médico que gobierna a  Risaralda.

1 comentario:

  1. que bueno que existan periodistas del ámbito local, que cuenten lo que realmente pasa sin pelos en la lengua... leo tambie su MERMELADA POLITICA.. me divierto y me entero de lo agachados que son el gremio de politicos de la region... exitos y gracias

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