Es usual escuchar en la calle, a la abuela que dice a su nieto ¡cuidado que ahí viene Megabus!, en esta oportunidad en sentido figurado, se procura referir un compendio de datos, que se espera sean la clara expresión de lo titulado, aunque sin la pretensión de mostrar un intento de análisis prospectivo de algunas situaciones considerables que a lo mejor ayudan a comprender que se debe hacer desde ahora para que ésta modalidad de transporte público de pasajeros no pase de ser una aceptable respuesta a una necesidad, para convertirse en todo un gran problema.
El transporte de pasajeros o de carga es un servicio público, que a pesar de ello el Estado Colombiano a través de los diferentes gobiernos ha venido planeando e implementando medidas y/o proyectos para irse liberando de la responsabilidad de atender éste servicio, de tal forma que conserva parte de la autoridad para planearlo, normatizarlo y vigilarlo.
El interés central de éste articulo, versa sobre una información que es conveniente analizarla desde ahora y que con un espíritu propositivo se busca exhortar a las partes interesadas y/o responsables, para que se asuma desde ya el debate que pueda avizorar lo que le espera en 3, 5 y 10 años a Megabus y colateralmente a las necesidades de transporte público o privado de pasajeros.
Sin lugar a dudas éste sistema de transporte masivo tiene una buena cantidad de aspectos positivos, de los cuales citados en datos y cifras es posible referir entre otros, los siguientes:
• Atiende el 43% del transporte público de pasajeros – lo que implica examinar el resto de la demanda del servicio en que porcentaje puede irle representando un aumento de ésta, en la medida que el 57% transportados a través de otro medio se vayan trasladando a éste, a lo cual se agrega que un 10% de sus usuarios, anteriormente se transportaban en vehículo particular, dato que se espera habrá de crecer en la medida que suba el precio de los combustibles y que los gobiernos locales adopten medidas para desestimular su uso.
• En un día hábil recorre 10.151 kms y transporta 115.000 pasajeros lo que indica que por cada km recorrido moviliza 11,33 pasajeros, dato interesante si se le compara por ejemplo con transmilieno que tiene un IPK de 4.8 pasajeros, lo que puede tomarse como un elemento a favor para la comparación de la relación costo-beneficio.
Adicionalmente, se tienen varios interrogantes:
Tomando la siguiente información:
¿Será cierto que Megabus dado al servicio en agosto de 2.006, ha contribuido al aumento del número de vehículos y motococicletas en Pereira y Dosquebradas?, resultaría conveniente hacer un estudio que consulte a propietarios y/o usuarios de estos vehículos para encontrar respuestas aclaratorias y/o complementarias.
¿Resultaría conveniente saber si se está midiendo (léase mejor monitoreando) y a lo mejor en qué proporción contribuye a los niveles de ruido?
¿Es bueno saber si se está midiendo el impacto del uso de la malla vial, y si se están adoptando medidas de todo orden para dar respuesta oportuna, al momento que se requiera hacer las reparaciones o renovaciones a que haya lugar?
¿Una decisión interesante, podría estar en la medición del posible nivel deterioro que cause a las propiedades adyacentes a lo largo de los 17.6 kms de vía que tiene?
¿Respecto a las 39 estaciones, se estará estudiando en cuánto tiempo varias de ellas requerirán ser ampliadas?
¿Se habrá pensado que para el 30% de sus usuarios que considera inadecuado el tiempo de espera, y en general para todos, se podría elaborar y presentar contenidos para formar construcción social hacia un mejor nivel de cultura ciudadana, por ejemplo en materia turística, convivencia familiar y ciudadana?
¿Actividad permanente importante y complementaria a la anterior, podría ser mantener estimulados económica y culturalmente a los usuarios a través de concursos presenciales y/o virtuales?
Frente a éste sistema de servicio de transporte, se pueden hacer un buen número de análisis, y éste columnista hace parte de los que reconoce el gran esfuerzo que ha representado para la Nación, los Municipios del AMCO, para sus usuarios, para sus funcionarios, pero no se puede estar en actitud reactiva, se requiere ser proactivo, pues ya en días pasados hubo una primera manifestación propendiendo por el uso de medios alternos para transportarse, por ejemplo en bicicleta, lo cual es un mensaje que no se debe pasar inadvertido.
En sentido interpretativo de lo expuesto a través de éste articulo, es saludable plantear en forma agregada que no es prescindible hablar de la urgencia de contar con la actualización del Plan Metropolitano de Movilidad, de auscultar la posibilidad de otorgar subsidios oficiales al valor creciente de la tarifa y que éste sistema de transporte masivo requiere de aportes múltiples para que se interprete bien el eslogan ¡Megabus es de Todos!
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Felicitaciones: A quienes interpretan y ponen en práctica el significado de los proyectos de ciudad, como una forma de construir sociedad y actúan con sentido propositivo.
Recomendación: Administrar con sentido responsable, es asumir el presente como la lectura de lo que hay que hacer para enfrentar el futuro avizorable.
Se termina éste comentario llamando la atención para que Dosquebradas, no olvide que un manejo responsable implica tener claridad en lo que se debe hacer para dar respuesta eficiente a las necesidades de transporte que va mostrando la tendencia de su crecimiento urbano sobre todo en sentido oriente-occidente
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