OPINIÓN / El hambre en el mundo

Los datos del hambre en el mundo son muy disímiles:

14 mil muertos al mes en  el África subsahariana, 25.000 muertes al día en el mundo según otras fuentes, para otros estamos bordeando los 40.000 fallecidos diariamente por este flagelo.

No importa la cifra, cualquiera que ella sea es inhumana, no puede morirse de hambre una sola persona, menos en este mundo donde la industrialización permite maximizar los recursos y los rendimientos por metro cuadrado de la tierra se han multiplicado “ene” veces  a través  de técnicas, insumos, fertilizantes.


No se entiende entonces cómo el mundo se permite esta situación. No es por problemas climáticos, si una región del mundo los tiene, en otras las cosechan brotan con gran facilidad, los laboratorios producen semillas fuertes y resistentes, las empresas elaboran alimentos con refuerzos vitamínicos, y con las facilidades modernas, es posible trasladar alimentos, semillas, laboratorios a las zonas con estas dificultades.

Las ONGs están en alerta por la cantidad de alimentos que día a día se pierden producto de sobreabundancia en las cosechas, o del rechazo de las cadenas de distribución, supermercados, o  restaurantes por supuesta mala calidad, o por vencimientos en los alimentos empacados que los hogares no alcanzan a consumir.

Un estudio realizado entre agosto de 2010 y enero de 2011 por el Instituto sueco de Alimentos y Biotecnología (SIK) a petición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) , arrojó  resultados que sugieren que alrededor de un tercio de la producción de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1 300 millones de toneladas al año.

Los alimentos se pierden o desperdician a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción agrícola inicial hasta el consumo final en los hogares. En los países de ingresos altos y medianos, los alimentos se desperdician de manera significativa en la etapa del consumo, lo que significa que se desechan (se tiran) incluso si todavía son adecuados para el consumo humano.

 En las regiones industrializadas, también se producen pérdidas importantes al principio de las cadenas de suministro de alimentos. En los países de ingresos bajos, los alimentos se pierden principalmente durante las primeras etapas y las etapas intermedias de la cadena de suministro de alimentos y se desperdician muchos menos alimentos en el consumo.

La agricultura ha sido uno de los grandes avances de la humanidad, ello permitió que aumentara tanto la cantidad de seres humanos sobre este planeta, así como, de la mano de otros logros, aumentar el promedio de vida. No se entiende entonces este retroceso, la raza humana no puede perder la óptica y dejarse arrastrar por el lucro económico avasallador que no tiene en cuenta a los más desvalidos o sólo los utiliza como trampolín para el logro de sus propios intereses. El hombre está obligado moralmente a enfrentar esta situación sin dilación, de frente, sin retórica, poniendo cada quien de su parte, los productores, los distribuidores, los gobiernos, los pobres del mundo (siendo responsables en su procreación) los científicos, las corporaciones, los hogares , es decir, TODOS¡¡¡¡

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