Cuatro periódicos del Risaralda están de moda, pese a los avances indiscutibles de las nuevas tecnologías.
Muchos de ellos hoy en el mundo desaparecen y otros se lanzan diversificando productos mas allá de lo comunicacional. La Televisión está en auge, más emisoras en internet irrumpen, las redes se activan y la información, cada vez se democratiza. La foto del derrumbe, del incendio, la tragedia, la noticia positiva, llega, se desliza con una rapidez increíble.
Los grandes episodios se transmiten al instante, en directo. La radiografía en tiempo real, aparece para la ciudad real.
Pero, las audiencias copan otros espectros de la comunicación. Hasta el punto que pareciese ya no pertenecerle a nadie.
EL DIARIO DEL OTUN:
Bajo la tutela de la familia Ramírez, amparo de la mejor prensa del doctor Javier Ramírez, el periódico sigue arriba.
El 30 de junio y con la presencia del Presidente de Colombia, el doctor Juan Manuel Santos, conmemora un nuevo aniversario. Prepara edición gigante, su sede y sus equipos son modernos, el personal se actualiza y en el mercado de las comunicaciones, tiene vigencia.
Los doctores Javier Ignacio Ramírez Múnera y Luis Carlos Ramírez, siguen en la cumbre y hacen una empresa familiar formidable. De los pocos diario que en Colombia sus dueños tienen el rasgo de familia. Como empresa periodística, su relación con Risaralda crece, sobrevive en tiempos difíciles. Entra al tabloide ingles, un formato moderno.
PRIMERA PLANA
Son 35 años de lucha, de rayos y centellas. De incursionar en un periodismo que critica, cuestiona, que coloca el dedo en la llaga. Son 501 ediciones que recogen la historia de muchos fragmentos que aparece entre despachos oficiales, privados, públicos.
Antonio Vargas Balbuena, sorprende con su nueva edición full color, tamaño tabloide europeo o inglés, adelantándose al tiempo. La calidad del papel, la diversidad de temas que se tratan y por el toque característico de un turismo que penetra, que se olfatea, que se palpa a lo largo de sus páginas.
Duro la mayoría de las veces por la conducción que a su amplia trayectoria de Quijote, reinventa un espartano de este periodismo que no calla y que inspira a Antonio Vargas. Se mueve nadando en aguas difíciles.
Toño Pueblo: odiado, criticado, pero querido por los más. Sus fuentes claras, la tinta regada a lo largo de su empresa periodística, hacen historia. Son patrimonio y guarda distancia de muchos centros de poder.
Tiene una circulación alta que raya en lo increíble. Por eso se lee sin los sobresaltos de un periódico que el mismo distribuye, escribe, editorializa y cobra. El mismo busca la pauta y se mueve sin pereza sino con la precisión de un reloj suizo.
EL ÁNGEL DEL PERIODISMO
Cumple la parábola del retorno, un grande de la ciudad. El doctor Juan Guillermo Ángel. Un líder con autoridad. De talante y de decisión. Nunca ha sido un tibio. A veces, exagera sus descalificaciones.
Tampoco le gusta congraciarse con la galería. Confío en personas –como él- que van de frente, sin dobleces y sin brillos escurridizos.
Llega a LA TARDE. Polémico en el pasado, vamos a ver si el carácter tiene el mismo peso de un liberal amplio y cálido desde ese púlpito.
MARSELLA AL DÍA
Mario Salazar También está de onomástico. Periodismo local: vigoroso, que circula con periodicidad.
EL PREGÓN ANDINO
El onomástico se extiende a William Moreno Sánchez. Un docente que cambió tablero por el periodista que lo habita.
Noticias cortas, de lo uno y lo otro, con una diagramación encerrada y con una amalgama de hechos que van desde lo político a lo social. Lógico, pasando por requisitos administrativos, la nota variada y amigable.
Sus páginas están hechas de un encanto clave que llega con su sonrisa de quien esconde la nota cercana, a blanco o negro y a color. Producto silvestre que florece entre otros periódicos que suman prensa.
Todos merecen el reconocimiento y la voz de aliento. Congratulaciones.
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