Por / MARIO JAVIER PACHECO GARCIA
"El solio de San Pedro ha sido ocupado por rufianes, niños de quince años, asesinos, adúlteros, tiranos y por enfermos sexuales". Columna de Mario Javier Pacheco.
Ser católico no implica cerrar los ojos a conductas vergonzosas de dirigentes espirituales, mucho menos alardear de ellas, ni generalizar a la iglesia por sus personajes corrompidos. Humanos somos y en todas partes se cuecen habas; los seguidores del Corán han manchado de sangre su historia y en nombre de Alá violan cristianas en Bosnia, derriban torres y asesinan a pedradas en pleno siglo XXI a las mujeres infieles. Los cristianos evangélicos son refugio del violador Garavito y espacio de las aventuras sexuales del abominable pastor Álvaro Gómez, así que nadie puede considerarse libre de pecado.
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