Las motos, una apuesta contra la muerte en Colombia

Usar una moto se convirtió en una forma rápida de morir y mientras en el mundo, sus conductores suponen el 25% de los fallecidos en choques, en Colombia son 44%.

Con apenas 20 horas de práctica, muchas veces menos, cada día están saliendo a las calles del país, 1.600 nuevos motociclistas. Son casi 600.000 al año y, en su mayoría –al menos seis de cada diez, según investigaciones del Fondo de Prevención Vial– son personas que nunca habían conducido un vehículo antes, según lo que informó El Tiempo.

Pero, gracias al crecimiento económico del país y a las oportunidades de crédito, han logrado dar el salto del transporte público a la moto. La mayoría, también, llevan cascos, que en el mercado se consiguen desde 30.000 pesos y que, dicen los expertos en seguridad, se convierten en débiles cáscaras de huevo ante el menor impacto del frágil vehículo.

Cuatro de cada diez de los motociclistas muertos en choques, se habrían salvado si su cabeza hubiese sido mejor protegida. El boom de las motos que vive Colombia –en cinco años su número se duplicó, a 4,8 millones – han significado un aumento en los accidentes y el viceministro de Transporte, Nicolás Estupiñán, la llama "epidemia".