A sus 96 años Margot Wölk, una de las catadoras oficiales de la comida de Adolf Hitler relató su experiencia al desarrollar este rol, al lado del temido personaje.
Wölk trabajaba en el cuartel militar de Hitler de la Guarida del Lobo, de 15, años su labor consistía en probar la comida del líder nazi antes que él para evitar que lo envenenaran.
Ella cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial “habían constantes rumores de que los británicos querían envenenar a Hitler. Nunca comimos carne. Nos daban arroz, fideos, pimientos, guisantes y coliflor”, “la comida siempre era vegetariana”.
“Teníamos que terminar la comida. Después, nos tocaba esperar una hora, y siempre teníamos miedo de ponernos enfermas. Llorábamos por la alegría de haber sobrevivido”, cada comida podía ser la última, describe Wölk.
Relató que el temor a Hitler no era infundado le tocó la experiencia de saber que por un atentado fallido contra el líder Nazi por parte del Ejército alemán, más de 5.000 alemanes sospechosos de estar involucrados, fueron ejecutados por los nazi. “Las medidas de seguridad eran tan estrictas que nunca vi a Hitler en persona –cuenta Wölk–, solo a su pastor alemán, Blondi”.
Relata que ejerció esa profesión por las circunstancias familiares que padecía en esa época. El alcalde de la ciudad de Parcz, en Plonia, que era donde vivía Margot, era un nazi fervoroso, y la obligó a trabajar de catadora de comida en el cuartel de la Guarida del Lobo.
Actualmente Margot Wölk vive en el mismo piso en el que nació en 1917, en 1944, un oficial de las SS ayudó a Margot a escapar. Es la única de sus compañeras que sobrevivió todas las demás fueron fusiladas en 1945.
Fuente / ActualidadRT
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