Un estudio elaborado por las Naciones Unidas y la encuestadora Cifras y Conceptos estableció que en las pasadas elecciones en las cuales se renovaron el Senado y la Cámara de Representantes se compraron votos a 40 mil pesos.
El sondeo se realizó entre 43 candidatos al Senado de la República, de los cuales 40 resultaron elegidos, ninguno de los cuales, por supuesto, admitió haber comprado votos.
A la pregunta ¿los que compraron votos, por cuanto lo compraron?, su respuesta fue que en Colombia, en promedio, el voto cuesta 40 mil pesos.
Según el director de Cifras & Conceptos César Caballero, hay dos modalidades de compra de votos. Una se refiere al voto sin fidelización y la otra con fidelización.
En el primer caso, el voto se compra por un valor promedio de 40 mil pesos, pero que no asegura que se haga efectivo en la respectiva elección porque el valor no incluye ni el transporte ni la alimentación para el votante.
En el segundo caso, participa un líder que fideliza al votante asegurando que el valor del voto incluya la inscripción de la cédula, el transporte y la alimentación para el día de las elecciones y el salario para el líder por tres meses. Por supuesto, el valor del sufragio sube a 125 mil pesos aproximadamentge.
De otro lado, el estudio, denominado ‘Evaluación de campañas al Senado de La República 2014’, estableció que las campañas políticas al Senado, por candidato, tuvo un costo promedio de 3 mil millones de pesos, tres veces más de lo legalmente autorizado.
Sin embargo, hubo campañas que invirtió hasta 12 mil millones de pesos, cuando el tope máximo fijado por el Consejo Nacional Electoral fue de 740 millones.
La campaña que menos invirtió, gastó 400 millones de pesos.
Otros resultados de la encuesta relacionados con la financiación de las campañas, son los siguientes:
El 40% de los recursos de cada campaña sale del bolsillo del aspirante y sus familias; el 25% de créditos; el 20% de donaciones; el 10% de financiamiento estatal y el 5% de los partidos.
Los gastos se invierten el 20% el día de las elecciones, 15% en material impreso, 15% en viajes, 10% en eventos y 10% en vallas, entre otros.
La encuesta fue realizada entre los meses de mayo y julio de 2014 por la firma Cifras y Conceptos, con el apoyo del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria, NIMD, y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD.
Fabrizio Hochschild, coordinador residente y humanitario de Naciones Unidas en Colombia, indicó que “el uso inequitativo y desproporcional del dinero en una campaña electoral podría representar una de las mayores barreras de entrada a la política”, y señaló que “un sistema de financiación inadecuado conduce a una democracia cerrada y además puede incidir en la captura política de parte de actores legales e ilegales”.
Dijo que “en muchas oportunidades las campañas superan los topes asignados por las autoridades electorales”, lo que conlleva a una “clara ventaja en la contienda electoral de algunos candidatos y candidatas sobre otros, lo que impide la entrada de nuevas fuerzas políticas al sistema democrático y la formación de nuevos liderazgos”.
Por su parte, el director de Cifras y Conceptos, César Caballero, destacó que, no obstante a los hallazgos del estudio, “existe una marcada la voluntad política de los congresistas de impulsar una reforma al sistema electoral que haga más cercano el vínculo de los votantes con el sistema político, que simplifique los procedimientos electorales y aumente la confianza en las instituciones electorales”.
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