Centenares de personas acompañaron este fin de semana a la familia del concejal de Dosquebradas, Carlos Alberto Velásquez Echeverry, luego de que se produjera la muerte de su padre don Argemiro de Jesús Velásquez Betancur.
Dirigentes políticos, empresarios, líderes cívicos, vecinos y amigos cercanos acompañaron este fin de semana el doloroso momento de la familia Velásquez Echeverry quienes despidieron a un hombre que fue ejemplo de buena persona y ciudadano ejemplar.
Don Argemiro, un hombre de toda la vida habitante de Dosquebradas, falleció el sábado al medio día en una clínica de Pereira, a donde fue ingresado el pasado martes por quebrantos de salud que desafortunadamente lo llevaron a un rápido deceso.
Fue un hombre de hogar, un convencido de la familia como núcleo de la sociedad, por eso durante 58 años permaneció inquebrantable al lado de su amada esposa doña María Lida Echeverry quien hoy llora la ausencia de su compañero de varias vicisitudes, pero también de muchas alegrías y satisfacciones.
En este hogar casto nacieron sus hijos Stella, Carlos, Fernando, Jairo, Andrés y Oscar; una mujer y hombres de bien que fueron levantados con la premisa de vida de don Argemiro, de ser personas serviciales, rectas y no hacerle mal a nadie.
Don Argemiro quiso ser sacerdote, pero por esas cosas de la vida no pudo, sin embargo a lo largo de su existencia fue un hombre temeroso de Dios y profundamente religioso.
Sus exequias se cumplieron este fin de semana en una misa concelebrada en la Iglesia del barrio Guadalupe.
“Gracias señor por habernos prestado ese hombre bueno que fue don Argemiro”, dijo uno de los sacerdotes en su homilía.
Paz en su tumba.
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