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Pablo Arango Profesor U. La Sabana |
El centro de educación respaldó un concepto que en ese sentido dio el profesor Pablo Arango, y que en principio se creyó que era personal.
El planteamieto del docente asociado del departamento de bioética de la Facultad de Medicina de la universidad, escrito en un documento de 4 páginas que envió como concepto a la Corte Constitucional para que ese tribunal lo tenga en cuenta cuando debata la adopción de menores por parte de parejas del mismo sexo, y que publicó en exclusiva El Espectador, se puede resumir en dos grupos de ideas básicas: uno sobre las parejas homosexuales y otro sobre los menores que adoptan y/o crían las parejas homosexuales.
Su comportamiento se aparta del común, lo que constituye de alguna manera una enfermedad.
Presentan una salud más deteriorada con mayor tasa de enfermedades mentales.
Tienen más frecuencia de VIH Sida y de otras enfermedades de transmisión sexual.
Tienen un índice de suicidio mayor.
Son mucho más inestables.
Están afectados de diferentes situaciones emocionales y físicas.
Cometen más abusos sexuales.
Con respecto a los niños adoptados y/o criados por parejas de homosexuales, Arango plantea:
Presentan baja autoestima, estrés, inseguridad respecto a su vida futura en pareja y tener hijos.
Tienen trastornos de la identidad sexual.
Rechazan al compañero o compañera del progenitor homosexual como figura paterna o materna y preferencia a vivir con el otro progenitor.
Están en mayor riesgo de sufrir abusos sexuales.
Hay una mayor posibilidad de que sufran trastornos de conducta como drogodependencia, disfunciones alimentarias, fracaso escolar, mal comportamiento en clase y que sufran con más frecuencia experiencias traumáticas por ruptura de la pareja.
La presencia de conductas o identidades homosexuales es del orden de 8 veces más frecuente que la media.
Las directivas del centro educativo se pronunciaron y mediante un comunicado dijeron que esa universidad profesa “un profundo respeto por toda persona, sin distinción de ninguna naturaleza”, y que ante informaciones divulgadas a la opinión pública reconoce que "la homosexualidad fue excluida de la clasificación de enfermedades desde el año 1973 por la American Psychiatric Association –APA–".
Explicaron que la Corte Constitucional les pidió a algunas facultades su concepto científico en relación con los efectos que para el desarrollo integral de un menor podría tener el hecho de ser adoptado por parejas de un mismo sexo.
"Atendiendo a tal requerimiento y en el contexto de la libertad de investigación y cátedra, los expertos remitieron oportunamente sus conceptos, fundamentados en más de 40 estudios publicados en prestigiosas revistas científicas. Como expresamente lo señala nuestro Proyecto Educativo Institucional La Universidad de La Sabana tiene como principio: La máxima apertura a la verdad, sin restricciones derivadas de escuelas, de definiciones en el campo de lo que es de suyo discutible o revaluable, y sin limitaciones nacidas de las legítimas opciones adoptadas por las personas que trabajan en ella”. concluye el comunicado.
Jaime Ardila, médico epidemiólogo y doctor en Políticas en Salud de la Universidad de McMaster (Canadá), envió un texto al diario capitalino en que que dice: “Para quienes nos dedicamos a la academia en medicina, donde la rigurosidad lo es todo, sentimos como una blasfemia el concepto científico de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Sabana sobre adopción por parte de parejas del mismo sexo".
Para Ardila, el documento de Arango "simplemente elige aleatoriamente algunos estudios para lanzar conclusiones ligeras, sin ningún soporte metodológico ni científico. Los colegas de la Sabana olvidaron que existen revisiones sistemáticas, estudios de cohorte, estudios de casos, experiencias anecdóticas, etc. y que cada una de esos términos tiene un significado y un impacto diferente en el proceso de toma de decisión”.
Egresada indignada
La representante a la Cámara Angélica Lozano manifestó su indignación con el concepto del profesor Arango. Ella es abogada egresada de esa universidad y, en declaraciones a W Radio, dijo: “Yo le formulé una petición al señor rector pidiéndole que hiciéramos un debate respetuoso, fraterno, sabiendo que hay diferencias en la universidad. Él me respondió con total amabilidad que no, que para eso está el rigor científico”.
La parlamentaria aseguró que ante la Corte llegaron por lo menos dos conceptos, uno de una profesora de derecho y otro del profesor Arango. “El [concepto] de derecho que a mí me motivó a pedir el debate es con base en el derecho romano, y pues creo que del derecho romano a hoy ha cambiado el mundo. Si nos rigiéramos por el derecho romano, como lo argumenta la universidad ante la Corte, las mujeres no podríamos votar, no seríamos dueñas de patrimonio, habría esclavitud, etc.”, agregó Lozano.
Además, descalificó de plano el concepto de Arango: “Y este [concepto] del médico, pues es terrible, porque es un director de programa de la facultad. Entiendo que el semestre cuesta sobre diez millones de pesos, está formando médicos profesionales y la persona del profesor tiene derecho a que no le gustemos los homosexuales; es un derecho pleno que tiene. Pero lo que no puede es pretender cercenar derechos, limitarlos e infundirlos los estudiantes. Así que como ciudadana y como egresada quisiera dar un debate respetuoso pero abierto y frentero sobre cuál es el rigor técnico y cómo se está educando a nuestra gente”.
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