Radamel Falcao, apoyado en dos bastones y debajo de una sombrilla, abandonó el martes el hospital Trindade de Oporto donde fue operado el sábado de una rotura de ligamentos de la rodilla izquierda que dejó en suspenso su partición en la Copa del Mundo.
El cirujano a cargo de la operación, el portugués José Carlos Noronha, y el médico jefe de la Federación Colombiana de Fútbol, Carlos Ulloa, lo acompañaron y se dirigieron a un hotel donde el delantero colombiano permanecerá tres semanas antes de viajar a Mónaco.