OPINIÓN / La vanidoteca de Fernán


Pasará a la historia este presidente sicólogo del partido de la U, que lo único para mostrar que tiene serán 23 ilustres fotografías que colgará de otro tanto de presidentes de la Asamblea, en un gesto magnánimo.

Cursa una invitación,  con logo del Sesquicentenario  equivocado, lo cual habla a las claras  que  la efemérides   puede con todo. Vaya gesto soberano de recordar la memoria de la Asamblea que invita a hacer reflexión  sobre quienes – en su gran mayoría – han ayudado a empujar a Risaralda por despeñaderos. 

Por la ingobernabilidad y por la falta de visión.   Varios de ellos, bufones del gobernante de turno, pintados ahora en la pared – muchos aclaro -como diría el filósofo de Pambelé,

Cuanta el ilustre sicólogo – de quienes esperábamos mucho más -  que su “impecable gestión” administrativa  quedó retratada. El déficit es creciente. El desorden es garantía de que no se actuó con criterio y que es más el reflejo de quien llegó por rebote, pisoteando a su propio partido y desdibujando para siempre el golpe matrero a la bancada que representa. 

El liberalismo lo hizo su héroe con tal de aporrear y golpear, sin interesarle el colectivo. Esa misma razón que se coló en el trío de uno para elegir Secretario de Planeación, donde más fue un palo metido en la rueda del diálogo sincero y no de emboscada.

 Fundida en la sala de espera de su ególatra  presidencia que más semeja un culto desordenado  a la vanidad o –que como sicólogo silencioso-  un recio trastorno de personalidad.

Vean: Las sesiones descentralizadas en los municipios anunciadas en  su plan de acción no se cumplen, mucho menos las sesiones temáticas prometidas  en lugares ajenos al Área, como si este no fue territorio del Risaralda. 

Anunció, también, en los vientos de gloria con trompetas al aire, que su gran apuesta era la salud. Pues bien: en su mandato la ha dejado aun lado siendo su fortaleza. Una cosa es pensar con el deseo y otra formular. Una cosa es pensar en una fotografía retocada, resplandeciente, con una sonrisa de “monoliso” o de Obama enaltecido, al disparate de ir por las ramas como en una feria de vanidades. En una pasarela superficial donde le unta más glamour a  la política en nombre de la U.

Que no se preocupó por las comunidades a la hora de regar la mermelada. Que fue rehén de pequeños círculos liberales y trigodos. Que se contentó con poco.

Vaya uno a saber si por estar pensando en la Cámara al que lo empujan como llanero solitario de la política, sin darse cuenta, como fusible que se quema. 

Como un maniquí dispuesto a enfrentárselo al ingeniero Burgos, como si ese fuese el problema interno de derrotar lo propio. 

Paola Nieto está lista a recibirle el manjar servido con tal de hacer segunda si su alter ego, Israel Londoño, se frunce para este cargo al que merecido tiene al aspirar. Conoce de leguas, Carlos Cano que el si sabe para que son esas dignidades mientras su apoyo al senador Soto jura y rejura cumplir sin atajos distintos a la lealtad de quien recibe curul.

Mejor papel hizo en este lapso José María Rosero. Estudioso de las ordenanzas  que llegan en medio del desorden,  serio, propositivo, reflejo que no es solo golpear la curul  para hacer notar el aplauso fácil y fastidioso.  

No tiene pues la culpa el senador Soto que allí se cumpla lo que le dicte Israel.

Tampoco el ir contra la voluntad de la bancada. Son sus errores evidentes de quien desconoce el maridaje interno que corre por los pasillos de estas Corporaciones. Los casi 11 mil votos de JJ no son un baldío despreciable, con maleza y todo, sino de un cultivo interesante que ha florecido en medio de la gratitud y el trabajo sincero. 

Me quedo con la foto y no con la caricatura de quien ha estado al frente de la Asamblea, capoteando un trabajo que desconoció. ¿Asamblea para todos? No dejó de ser un pésimo chiste….de la U y de la vanidoteca de Fernán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario