Esta nueva versión del clásico cuento está protagonizada por Lily Collins y Julia Roberts, que interpreta a la malvada madrastra que reina en lugar de Blancanieves.
Siete valerosos y rebeldes enanitos ayudarán a Blancanieves a prepararse para que pueda reclamar su derecho al trono, que le pertenece por nacimiento, y también a conseguir a su príncipe.
Esta aventura está llena de comedia, celos, romance y traición. La película cuenta además con Armie Hammer, que interpreta al príncipe Alcott, y Nathan Lane como el torpe y desdichado sirviente de la reina.
“Blancanieves (Mirror, mirror)” es una nueva adaptación del tradicional cuento dado a conocer por Jacob y Wilhelm Grimm a principios del siglo XIX, una de las fábulas europeas con más recorrido en la cultura popular de todo el mundo.
Desde la invención del cine, el personaje popularizado por los hermanos Grimm ha sido objeto de numerosas adaptaciones, desde una versión muda a un cartoon de Betty Boop, pasando por una versión porno, otra protagonizada por The Three Stooges, una serie de anime, un telefilme de terror o un segmento para una cinta turca. Sin embargo, la más influyente a la hora de definir visualmente el universo de Blancanieves sigue siendo “Blancanieves y los siete enanitos” (1937), famosa también por ser el primer largometraje de animación y el pistoletazo de salida de la triunfante historia de la factoría de Walt Disney.
En cuanto a la producción, el rodaje se realizó en escenarios inmensos de la ciudad canadiense de Montreal, donde se reconstruyó un bosque encantado, una sala de fiestas para la Reina, el dormitorio de ésta o una cabaña rústica, entre otras localizaciones de la historia: «Cuando desarrollábamos el concepto de Blancanieves (Mirror, Mirror), me acordé de una película rusa que había visto, “La infancia de Iván”», explica el director Tarsem Singh.
«Hay una escena romántica en esa película que tiene lugar en un bosque plateado de abedules. Inmediatamente pensé que si podía tener un set parecido eso podría definir el tono de esta película». Por lo que respecta a las secuencias de acción, Singh puso todo el empeño en que se tratara de una aventura física y realista, para lo cual se entrenó a los actores concienzudamente: «Durante cinco días a la semana, casi seis horas al día luchábamos con espadas», dice Armie Hammer, «aprendí a dar una voltereta hacia atrás con la espada en mano, hacia delante con la espada en mano, hacia un lado y volteretas de todo tipo (…) Lo que más me gustó fue montar a caballo a todo galope».
Fuente / labutaca.net
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