El Real Madrid conquistó la trigésima cuarta edición del Trofeo Santiago Bernabéu, en una goleada a Millonarios dedicada a Alfredo Di Stéfano (8-0), leyenda homenajeada en un encuentro entre dos de sus equipos, en un partido en el que se exhibió Kaká con un 'triplete'.
No merecía menos Di Stéfano. El Real Madrid se tomó en serio el amistoso. Los jugadores se dejaron todo, como siempre pide el presidente de honor, y en un encuentro como los de su época, con muchos jugadores atacando, pasaron por encima de un Millonarios en el que muchos de sus integrantes quedaron impactados por la imagen del Santiago Bernabéu.
Si un futbolista quiere reivindicarse tiene que hacer exactamente lo que hizo Kaká. El brasileño, empujado a dejar el club en verano, pide a gritos su última oportunidad. Espera trasladar su fe a José Mourinho, que la perdió hace tiempo. Dio un auténtico recital. Con ganas de mostrar que le queda fútbol de quilates. No se habían cumplido cinco minutos y ya había disfrutado de dos ocasiones.
El Real Madrid saltó con un equipo de suplentes con hambre más Sami Khedira, Mesut Özil y Gonzalo Higuaín. Si el argentino no encontraba el gol los regaló. El primero a Kaká, que llegando en carrera colocó el balón arriba, donde el portero nunca llega para abrir la goleada.
El travesaño repelía un latigazo de Higuaín, que daba a Callejón el segundo. Ajustado al palo chutaba con la derecha el canterano madridista. El Millonarios comenzaba a estar desbordado. Descolocado en defensa. Sin saber frenar la imaginación de Özil ni la visión de Kaká. Tan solo tomaba aire cuando el balón pasaba por Robayo. Calidad en el control, en el toque con criterio.
La acción ofensiva de más peligro llegó por un grave error de Adán. Por alto, tras un saque de esquina. Se le escapó el balón de las manos y Tancredi no pudo concretar el remate. El resto de intentos fueron de Candelo con sus disparos con potencia desde la frontal.
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