Por ÁLVARO RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ
Especial RISARALDAHOY.COM
-Debemos ser protagonistas y no comparsa. -Debemos abrir las puertas, airearnos. -No le vieron la cara a Sammy Merheg y Diego Naranjo. -La “encerrona” triunfante de Mauricio Salazar. -El encanto y el vibrato del diputado Arango.
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| Mauricio Salazar, candidato conservador a la Cámara por Risaralda y Omar Yepes, presidente del Directorio Nacional Conservador. |
La “guerra de las galaxias” se trasladó al azul infinito en Risaralda ( leáse partido conservador).
Dificultades propias de todos los partidos en la confección de listas.
Hacía años, ese colectivo histórico en la región no sacaba los guantes…Hubo lleno a reventar, buenas viandas y menú de discursos.
Lo que nunca pintó para ser un encuentro motivador terminó dibujando grietas. De manera hábil, la gente del aspirante a la Cámara, Mauricio Salazar, “infiltró” la reunión como la llamaron de otros bandos, en refriega: a la gran mayoría de seguidores les colocó camiseta blanca con letras azules en las que recordaba su nombre y aspiración.
Ahí fue troya. Con la intervención suya antecedida al verbo – que en vez de clamar fue claro y contundente del doctor Yepes, muchas dudas parecían despejar el acomodo en el colectivo azul en Risaralda en la curul a la Cámara. No dejó dudas que él le da la bendición. Como un papá bravo dijo que se tenía que hacer y punto.
Otros, los del otro bando, la maldición, empezando por su presidente, Gerardo Hoyos. Al término de la reunión sostuvo que Mauricio Salazar debe acogerse a las directrices del partido y dialogar, llegar con decencia y humildad. El hecho que más le censura.
Eso lo puede logar con un poquito de vaselina, le recordó alguien al oído y de paso, asintió con una sonrisa El de Pereira, Alberto Vanegas, ni moduló. Como buen espartano, el ex gobernador Víctor Manuel Tamayo, seguía el movimiento que se reflejaba en la arena política.
El único que soportó con estoicismo el “largometraje “ verbal de Yepes, fue el Representante César Franco, quien se opone de manera radical a la llegada de Salazar, quien de paso es bueno decirlo estaba en Medellín y no en el recinto.
PARTIDOS SIN VOLUNTAD DE LUCHA
Cantó de corrido la tabla y qué les esperaba. Palabras más, palabras menos: lo toman pero no lo dejen. Entró diciendo que los partidos estaban en crisis, que se acostumbraron a vivir de las migajas burocráticas y repasó una fórmula vieja que no es les esquiva: nadie quiere estar por fuera de los gobiernos. Ni tontos que fueran, digo a voz baja….
“Los partidos hoy no tienen voluntad de lucha, tienen manejos débiles. Se crean colectividades y luego desaparecen”, señaló de manera suave. Aclaró, por lo tanto que el conservatismo de hoy no es el mismo de ayer. Advirtió que no puede ser su partido una máquina para hacer alianzas o entregar avales sino “tener propósitos”, ideas y posiciones claras hasta tener nuevos adherentes en esa lucha por el poder. Saber , en otras, palabras que sé es en política-
Pero indicó que el conservatismo no puede estar lleno de tibios.
“O se es locomotora o vagón, protagonista y no comparsa!, dijo una vez más recordando al gran Gilberto Alzate Avenda.
NO PODEMOS SER UN PERRITO FALDERO
“El conservatismo no puede ser un perrito faldero sino una colectividad orgullosa”.
Llanó a los conservadores empotrados en el recinto a responder en esa lucha con hechos y resultados y no dejar morirlo en sus “propias manos”
El partido necesita claridad y no ser un partido ambiguo”, insistió. “El conservatismo necesitas airearse, ser de puertas abiertas, que brinde oportunidades ya que nadie nace en un partido.
Con vehemencia en medio de aplausos cerrados. Buen o se es católico o protestantes pero no las dos cosas a la vez. O tres.. En el vocablo político: que juegan en dos bandos o a tres bandas.
Un amigo le contó paso a paso el transcurso de la reunión e incluso le colocaron al teléfono la intervención del doctor Yepes con las “cartas marcadas…”
LOS AUSENTES
Fue él único, digo, el Representante Franco porque ni Sammy Merheg y el representante Diego Naranjo, no aparecieron para dar de frente la pelea. Como en aras de la verdad, estuvieron las concejales Cristina Lòpez y Nora Oyola. En un rincón, Álvaro Escobar, seguía con expectativa el desarrollo de la crispada reunión que antes que mejorar el clima, lo único que hizo fue echarle fuego. Pero en el pulso ganó Mauricio.
El diputado Julio Londoño, fue una gota de chispazo , una ráfaga sin cadencia al momento de su intervención.
Sin intervenir, el candidato – diputado Juan Carlos Rivera, no daba crédito a los reclamos y al discurso de antesala que despejó dudas. El doctor Yepes fue claro y sin rodeos. Como el dermatólogo fue al grano.
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