OPINIÓN / Directorios fantasmas

La metáfora del fantasma: cada día los directorios políticos se parecen a un fantasma como figuras irreales, imaginarias. Aparecen y desaparecen. Dentro de la cultura chibchombiana: espíritus que vuelan sobre el cascarón de los directorios viejos, desvencijados. No hay nada más anarquista que entrar a una sede política hasta donde la tapa de la olla de los tintos que hierve, suena sin descanso. El ruido de voces en un sinfín extremo y agorero. Bancas desparramadas con ocupantes simulando “cadáveres de cosas”.

Crean atmósferas, ambientes pesados entre la fragilidad de cajas en extensión con hojas de vidas, que se disuelven entre los escritorios.

Esos rostros los hemos visto en alguna parte…cada fantasma tiene su aposento. Su estuche. De asociarse con base en el directorio pintado. Así como existe una movilidad existe una volatilidad. Van y vienen entre la fragancia del poder. Los directorios son asociaciones de poder inexistentes. Solo el personalismo, el ego mayoritario, los encasilla para restarle al llamado interés colectivo como instituciones que buscan apoyos múltiples.

Los comparan –a veces - con carpas electorales. En vez de judíos errantes, anónimos que visitan estos lugares llamados directorios en la soledad de la tragedia del poder. De gitanos modernos amparados en la democracia espesa y turbia.

Así como son los directorios, encarnan desconfianza, apatía electoral, falta de credibilidad de mucha dirigencia. Representan la fragmentación del Poder, porque muchos de ellos, son pedazos, jirones de banderas que se caen con el viento que penetra por ventanas y puertas azuzadas por las almas de sus fantasmas (seguidores).

Los directorios, al no tener postulados que se afiancen en la realidad del apoyo electoral, han fijado una relación inadecuada con los sufragantes. Masas amorfas como la del fantasma. Un problema del sistema partidista nacional clientelizado, Ha creado como tal un sistema disperso y perverso.

Se creó un vulgar desorden institucional de sus bancadas. El modelo no sale del molde de la crisis porque sus actores tienen intereses diversos. Son partidos políticos “parches”, de remiendo. Fracasados.

De acuerdo con la OEA, los Partidos Políticos en Colombia, se definen como instituciones permanentes que reflejan el pluralismo político, promueven y encauzan la participación de los ciudadanos y contribuyen a la formación y manifestación de la voluntad popular, con el objeto de acceder al poder, a los cargos de elección popular y de influir en las decisiones políticas y democráticas de la Nación. 
Recordemos: en el 2002 llegamos a la tapa del congolo con la existencia (por llamarlo de alguna forma) de 66 partidos y movimientos, como prueba de la debilidad institucional)


Muchos de ellos, para respaldar mi tesis: fraudes, porque fueron creados con diferentes fines. Existen en la pantalla hoy: 9 partidos con personería jurídica (se la devolvieron a la Unión Patriótica, porque el Estado reconoció el exterminio criminal al que fue sometido9 y 4 de los llamados minorías étnicas ( en total 13) Como se recuerda , 6 de ellos en el 2010, no alcanzaron el umbral, para sobrevivir dentro del mundo fantasmagórico.

Los he de ver hoy: inventando fórmulas para izarlos, para que sirvan de cascarón y montar planes B de directorios para cargar avales a diestra y siniestra. Los he de ver recogiendo, juntando firmas, para sumar pedazos de curules para sus extravagancias electorales de poderes únicos y clientelizados. Movimientos fachadas. Para sumar a extrañas mayorías y desinstitucionalizar lo poco que existe. 

Pero ese es el negocio - socio.

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