Todos los actores políticos y sobre todo la gerencia política de resolución de problemas, comentan y establecen cuales son las políticas públicas que serán los pilares de los planes de gobierno de cada administración. Empero el primer acercamiento al tema resulta de resolver ¿Qué es un problema público?
Un problema nace prima facie en un estado de una situación que no nos gusta, es decir, no nos gusta que exista la pobreza, no nos gusta la desigualdad, no nos gusta el contrabando etcétera, pero ¿será necesario el genérico “no me gusta” para establecer una política pública? debiendo de esta manera pasar a algo totalmente operativo que nos dé resultado. La discrepancia entre lo negativo y lo positivo, entre el deber ser y el ser, debe resolverse de manera normativa, el análisis normativo es el que se centra en aspectos legales, y el positivo el que intenta describir la realidad.
Esas discrepancias deben tener dosis de credibilidad, verbigracia, si estamos en una situación de desigualdad social nuestro deseo es que todo el mundo estuviera igualmente bien, o que nadie tuviera sus necesidades básicas insatisfechas. En una medida de 1 a 100 no podríamos de inmediato llegar al tope y resolver el problema, allí es donde debe entrar la operativización y el sistema medible de la resolución de una política pública.
Las reformas constitucionales que pretenden igualar los periodos constitucionales del Presidente, Gobernadores y Alcaldes, tienen una finalidad sana en cuanto a la articulación, la austeridad de los comicios electorales y sus respectivas cifras de abstención, no obstante lo que no pueden perder las entidades territoriales en sus programas de gobierno, es la autonomía para llevar a cabo sus respectivas formas de desarrollo, no hay que olvidar que el Municipio es la entidad fundamental de la división político administrativa del Estado según nuestra Constitución Política tal como está concebido nuestra forma de republica unitaria. Por ello, los candidatos a burgomaestres de las elecciones del 2015, deberán tener sinergia y conocer a fondo los problemas más ostensibles que presentan sus ciudades, para que los planes de desarrollo además de ser flexibles se cumplan de acuerdo al momento histórico que atraviesa cada entidad. La clave de esas campañas es el enfoque de las necesidades de la sociedad plasmadas en la planeación, el desarrollo y la economía auto sostenible que lleva consigo el progreso.
En síntesis un problema social no se convierte automáticamente en un problema público, no hay problema público sin solución asociada, hay un proceso político para definir los problemas de cierta manera e incluirlos o excluirlos de la agenda, a veces los problemas buscan solución, pero otras son las soluciones las que buscan los problemas.
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